Un buen fondo de armario se compone de ropa que no pasa de moda, prendas básicas que combinan con otras tendencias y mezclan orden y estilismo. Debe ser distinto según la persona porque no a todos nos favorecen los mismos estilos o colores. Cómo crear un buen fondo de armario
Se debe adaptar a las necesidades y el estilo de vida de cada persona.
Deben ser prendas que favorezcan y con las que sentirse cómoda.
Hay que elegir una gama de colores.
Las prendas que no deben faltar en el armario son:
1. LBD. Un little black dress, con la forma y el corte que siente bien al cuerpo.
2. Camisa. En tonos neutros, preferiblemente, blanco, pero sobretodo que siente bien según el color de la piel.
3. Jeans. Pantalones vaqueros normales, sin estampados.
4. Blazers. Al menos en dos colores: negro y azul oscuro.
5. Cazadora vaquera.
6. Jersey de lana. En colores neutros, que combinen con todo.
7. Biker negra.
8. Abrigo.
9. Pantalón de vestir. En colores neutro y que sienten bien al cuerpo de la persona.
10. Zapatillas. La mejor opción son las tipo converse o vans.
11. Flats.
12. Stiletos negros.
13. Bolsos. Al menos uno grande y otro más tipo bandolera.
Estas prendas deben ser de colores oscuros como el negro, el azul marino, marrones, grises y colores más claros como el blanco o el beige. No deben ser muy llamativas ya que deben combinar con cualquier prenda, ya sea más vieja una tendencia.
Cómo organizar el armario
Perchas iguales, misma dirección y prenda por percha
Colocar prendas que más usamos en la parte más accesible y organizarlo por tipo de prendas, con el mayor número de prendas colgadas/visibles.
No ordenar por colores porque no es funcional.
¿Cuándo debe salir una prenda de mi armario?
1.Si la has guardado durante dos temporadas y no te la has puesto.
2.Te gusta mucho, pero está en mal estado.
3.Cuando te la pones te sientes incómoda
4.Sigue con la etiqueta y hace más de un año que la tienes.
Si nuestras prendas cuadran con alguna de estas características, debemos venderlas, donarlas o tirarlas.
También la podemos reciclar, es decir, transformar la ropa que no usamos en prendas nuevas a las que demos uso. Debemos tener un armario, no un guardarropa.